Bonjour

París, la ciudad de las luces, la ciudad del amor, la ciudad que me inspira y me enamora, no importa cuantas veces vaya, siempre será como la primera vez! Amo sus calles y su arquitectura, amo ver a los locales vivir su vida normal en París, amo como suena todo en francés, me encantan los atardeceres en Trocadéro y cómo en verano el sol no se oculta hasta después de las 10 pm. Este post está inspirado en la ciudad que me cautivó y en la persona que hace posible todos nuestros sueños. Esta vez pudimos celebrar nuestros cinco años de matrimonio en la ciudad más romántica del mundo. Fue un viaje lleno de emociones, es difícil de explicar lo que se siente estar con la persona que amas, celebrando en París. Como mencioné antes, todavía me es increíble que hayamos podido visitar una vez más, y como era de esperarse, esta ciudad hermosa no decepcionó. Nuestro vuelo llegó por la mañana, así que tuvimos suficiente tiempo para descansar. Nuestra habitación tenía la vista más hermosa: edificios parisinos y balcones! No podía dejar de mirar por esa ventana, escuchar a los locales pasar y ver tan hermosa arquitectura. Después de descansar fuimos a ver el atardecer en Champ de Mars. El hotel estaba a una distancia aceptable para llegar caminando a la Torre y ya teníamos ganas de caminar después de horas de venir sentados, así que fuimos caminando sin dudarlo. Cómo disfruté nuestro primer recorrido. Después de contemplar la hermosa vista y seguir descansando nos dimos cuenta que en nuestro horario ya era hora de almorzar y buscamos lo más cerca para cenar. Fuimos por la comida y volvimos al parque para cenar, compramos vino y champagne. Poco a poco el azul del cielo se hacía más oscuro y la Torre a cada minuto que pasaba, se lucía más y cuando menos pensamos ya estaba brillando. 

 

El segundo día fuimos directo al metro, no saben el gusto que me dió volver a ver esos túneles y mapas. Bajamos en la avenida Champs-Élysées como buenos turistas para ver el Arco del Triunfo. Este día ya era nuestro aniversario y teníamos planeada una cena en la Torre Eiffel así que solo recorrimos la avenida hasta llegar a Tuileries y de regreso al hotel para ponernos guapos para nuestra cena de aniversario, pero ese será otro post que próximamente compartiré :) 

El tercer día fuimos a Trocadéro, no podíamos dejar de ir. Recorrimos todo alrededor de la Torre, conociendo pequeñas callecitas y admirando cada rincón y cada puerta tan bonita. Este día lo recuerdo como el más caliente de todas nuestras vacaciones. Aun así me encantó todo lo que vimos. 

Después de recorrer casi media ciudad teníamos mucha hambre y fuimos al cuarto distrito a ver Notre-Dame y su alrededor y encontramos los callejones más bonitos que jamás imaginé, llenos de restaurantes, hoteles y creperías. 

Espero hayan disfrutado ésta primera parte, primera de no sé cuántas, apenas voy por el tercer día y ya llené este post. Próximamente subiré el resto de nuestro viaje y mi esposito ya está trabajando en estos momentos en el video, no puedo esperar a que esté listo y compartirlo!

 
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