San Miguel de Allende

Después de nuestro paseo en globo desayunamos en el hotel Rosewood. Caminamos por todo el centro para conocer la ciudad. Llena de colores, puertas y paredes antiguas, esta ciudad me atrapó por completo. En el parque que está frente a la basílica, había un bolero, y aproveche para darle mantenimiento a mis zapatos. Recorrimos tiendas, compramos nieve artesanal de vino, y guayaba (muy ricas por cierto) y tomé polaroids.

 Ojalá nos hubiéramos podido quedar más tiempo en la ciudad, ya estábamos algo cansados y volvimos a nuestro hotel en Guanajuato, pero seguramente volveremos algun dia.